La madera es el material natural más utilizado por los humanos. Desde hace miles de años se ha usado para cocinar y calentar, construir casas y edificios y fabricar diversas herramientas. La madera presenta ventajas ambientales como una baja toxicidad o capacidad de absorción de CO2, así como aquellas derivadas de ser un material durable, reciclable y sostenible. Hay que recordar que la madera la produce la propia naturaleza, absorbiendo C02 y generando O2. Por cada tonelada de madera que sustituye al cemento evitamos emitir dos toneladas de CO2.
A día de hoy la conciencia ambiental es cada vez más importante. Proteger y conservar el medio ambiente se ha convertido en una obligación, un objetivo a cumplir y para ello, es necesario cambiar las costumbres de construcción y así garantizar un equilibrio presente y futuro. “Si el siglo XIX fue el del acero y el XX el del hormigón, el XXI será el de la madera”, asegura Marc Palahí, director del Instituto Forestal Europeo. Es tradicional, pero con una gran proyección de futuro.
La madera como material de construcción tiene la posibilidad de recuperar la presencia perdida frente a otros materiales de construcción e incluso liderar el proceso de cambio hacia la modernización de la construcción bajo criterios de sostenibilidad. Además, presenta una serie de características que la convierten en un material de primera calidad.
- Resistencia
La madera tiene la gran ventaja de ser muy resistente, incluso al fuego. En efecto, una estructura de madera tenderá a resistir mejor a un incendio, porque la madera es un mal conductor del calor, está compuesta de agua y sobre todo forma una especie de costra en su superficie mientras arde que ralentiza enormemente la combustión.
- Durabilidad
Una construcción de madera tiene una gran durabilidad. Se estima que puede durar hasta cien años. Esto se debe principalmente a la estandarización de las normas de construcción en madera y de los materiales a utilizar. Los tratamientos certificados permiten luchar contra los insectos y la aparición de hongos. Además, las fachadas de los edificios de madera se cubren con una «doble piel» con una cámara de aire y una pantalla contra la lluvia, además del barniz súper resistente.
- Sensación de convivencia
Gracias a sus propriedades de aislante térmico y acústico natural asegura un hogar tranquilo con una temperatura constante a lo largo del año. Además, es agradable a la vista. Evoca la naturaleza y la serenidad.
- Mantenimiento sencillo
Con unos acabados de calidad y el objetivo de proteger de forma duradera la madera contra la intemperie y todo tipo de agresión exterior, el próximo mantenimiento no será antes de los próximos 10 años.
Son cada vez más las construcciones donde la madera es el material principal. Se prevé que, hasta el año 2030, la demanda de madera aumente un 30%. Es un sector en vía de desarrollo y según el presidente del Instituto de estudios económicos, será la actividad económica que liderará el crecimiento durante el año 2021. La madera es un material del presente que cambiará nuestro futuro.
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