¡Passivhaus cumple 30 años! El primer edificio que dio origen a la iniciativa y a una nueva manera de pensar la construcción para que el resultado fuera más respetuoso del medioambiente vio la luz ya hace tres décadas.
La certificación Passivhaus, o Casa Pasiva, se ha convertido a lo largo del tiempo en la referencia entre las garantías de sostenibilidad y eficiencia energética de un edificio. Fundado en 1996, el Passivhaus Institut es el organismo independiente que se encarga de certificar la calidad de las obras realizadas según los criterios energéticos que establece.
Para que un edificio cumpla los criterios de Passivhaus, tiene que prácticamente no consumir energía. Para ello, tiene que respetar ciertos valores: demanda máxima de calefacción, demanda máxima de refrigeración, hermeticidad al aire y períodos de sombra en verano.
Desde su creación, la certificación ha estado en constante evolución con el fin de adaptarse al cambio climático, la evolución del mercado y la mentalidad de constructores, arquitectos y clientes.
En 2015, se introdujeron 3 niveles de Passivhaus, incorporando dos nuevas nociones sobre las energías renovables para que la certificación fuera lo más completa posible. Así, la certificación Passivhaus ahora incluye la demanda de energía primaria renovable y la producción de energía primaria renovable. Esos 3 nuevos niveles de la certificación son:
- Classic: la certificación tradicional, introduciendo el valor de demanda de energía primaria renovable.
- Plus: esta certificación concierne los edificios que producen energía adicional a través de un dispositivo de generación de energía renovable pero que no producen más de la que necesitan.
- Premium: es la distinción más alta y es para los edificios que producen más energía de la que necesitan para su consumo.
La certifiación Passivhaus también recompensa a aquellos fabricantes que utilizan materiales de origen sostenible como por ejemplo madera proveniente de bosques controlados.
Desde CARPINTEK, utilizamos materiales certificados PEFC™ y FSC® para nuestros productos, y nuestras series de ventanas cumplen con las normas dictadas por el Passivhaus Institut. Consiguen niveles de transmitancia térmica (entre 1,1 y 0.87W/m2K) y aislamiento acústico (hasta 50dB) con menores espesores de perfil.
Nuestras tres series de ventanas de madera tienen unas propiedades térmicas y acústicas ideales para ser utilizadas en construcciones con sello Passivhaus, lo cual permite un gran ahorro en el consumo de energía, aportando además la calidez y la elegancia estética de la madera sin dejar de lado la calidad característica de nuestras ventanas.
Descubre más proyectos Carpintek
