Ya hemos hablado otras veces del auge de la madera en estos tiempos debido a sus características nobles pero también como arma para reducir el gasto energético y la contaminación. Esta necesidad de buscar otras alternativas al hormigón ha hecho que se investigue y ponga la atención en la madera, pero ¿habías pensado alguna vez en que pudiera ser transparente?
En 2016, Lars Berglund comenzó una investigación, que algunos tildaron de locura, en el KTH Royal Institute of Technology de Estocolmo con el objetivo de diseñar una madera que se pudiese aplicar para células solares. Esta tendría una particularidad: no sería opaca. Ya se había conseguido antes, pero solamente se obtuvo a pequeña escala para microchips.
¿Pero cómo es el proceso para volver la madera transparente? Para que esto ocurra hay que eliminar toda la lignina de la misma, pues esta es la que le da el color y la opacidad, pero también le da la resistencia. Para quitarla, introducen el material en agua hirviendo con otras sustancias químicas. En dos horas se va la lignina y se vuelve translúcida, con un color blanquecino. Después, se impregna en un polímero transparente que le proporciona una rigidez y una resistencia similar a la que tenía antes, pero dejando pasar la luz. Por último, se le añade un acrílico para evitar la humedad.
El resultado final es completamente novedoso y rompedor, pero un buen investigador tiene que seguir trabajando en su producto. Ya se ha conseguido que la madera pueda modificar su opacidad en función de la temperatura. Una vez hecho todo el proceso anterior, se le añade un material de cambio de fase (PCM), que puede cambiar de sólido a líquido y viceversa y, al hacerlo, acumula o libera el calor de dentro de la madera. Este PCM está realizado con una solución de polietinelicol (PEG) que por la noche se solidifica, liberando el calor que existe dentro de la vivienda. Así se consigue que haya confort térmico durante todo el día.
¿Cuál es el siguiente paso? La madera ya es translúcida con las mismas propiedades anteriores y, además, se ha mejorado su comportamiento térmico para llegar a un nivel de ahorro energético superior. Actualmente se quiere llegar a una producción industrial a gran escala. También se está probando con otras especies y se busca mejorar su transparencia. Por otra parte, el producto actual no es biodegradable, como sí lo es la madera natural; el acrílico no lo es y se trabaja en encontrar otro de base biológica.
Está previsto que se empiece a aplicar en viviendas en unos 5 años. Todavía no se puede utilizar como vidrio para una ventana si queremos que sea completamente transparente. En cambio, es perfecto para muros o cerramientos que dejen pasar la luz, pero manteniendo la privacidad. La arquitectura del vidrio siempre quiere volver, pero suele llevar asociado un gasto energético muy alto. Con esta madera, podremos hacer construcciones trasparentes pero sin dañar el medio ambiente. En Carpintek Group estamos ansiosos por probarla.