Los rascacielos de madera ya son una realidad en el mundo en el que vivimos. Desde hace pocos años, están comenzando a hacerse hueco dentro del mundo de la arquitectura y la construcción. En España, han llegado este mismo año. La principal motivación para su construcción es la sostenibilidad. Y es que construir un edificio entero de madera aporta mucha luz a nuestro medioambiente.
En la actualidad ya existen varios rascacielos de madera a lo largo del mundo. Destacan algunos como en Oslo, donde se encuentra el rascacielos de madera más grande del mundo, en Tokio o en Viena. En este artículo os explicamos por qué estos rascacielos son tan sostenibles y os damos más información sobre el rascacielos de madera más alto del mundo.
El rascacielos de madera más alto del mundo
El rascacielos de madera más alto del mundo es la torre Mjøsa y está situada en Brumunddal, al norte de Oslo. Es un edificio de 85,4 metros con 18 pisos, y consta de oficinas de viviendas, un hotel y apartamentos. Comenzó a construirse en abril de 2017 y finalizó en marzo de este mismo año. Fue construido por la firma de arquitectos de Voll Arkitekter y su promotor fue Arthur Buchardt.
Este rascacielos es un símbolo, no solo del cuidado del medioambiente, sino de la arquitectura sostenible. La utilización de madera en la construcción de rascacielos no solo significa el uso de un material renovable en arquitectura, sino a ayudar en la reducción del efecto invernadero. No obstante, el uso de la madera en la construcción de estos rascacielos tiene más beneficios medioambientales.
Hacia una arquitectura más sostenible
En la actualidad, cada vez se trabaja con tendencias innovadoras más y más sostenibles. Desde hace pocos años se están creando rascacielos de madera que hacen que la arquitectura sea más y más sostenible cada vez.
Pero ¿por qué esto es así? En gran medida, se debe al impacto que tiene la madera sobre las emisiones de carbono. Es decir, mediante las construcciones en madera se reducen considerablemente las emisiones de carbono. Como ejemplo tenemos la construcción de la torre Brock Commons de Vancouver. Es un edificio de 18 plantas construido única y exclusivamente en madera y trajo una variedad de ventajas. Además de haberse construido en mucho menos tiempo y haberse necesitado mucha menos inversión, causó un impacto ecológico mucho menor que de haberse construido con acero y hormigón. Así es, se redujeron unas “2.432 toneladas métricas de emisiones de carbono” según la noticia publicada en eldiario.es. Es más, este edificio no consume combustibles fósiles, por lo que la emisión de carbono es todavía menor.
En definitiva, solo hay que imaginar cómo sería el mundo con edificios de madera. Las emisiones de carbono se reducirían muchísimo, con lo que estaríamos contribuyendo a preservar el medioambiente, luchando así contra el cambio climático.
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